Otoño 2012 y la dificultad de coger el ritmo
4 Ene
El estudio de la radio del Círculo de Bellas Artes es una delicia. En realidad, las sillas crujen y hace un calor endemoniado pero durante tres años, casi cada martes, hemos visto cómo se acercaba el invierno o llegaba el verano reflejado en los tejados de Madrid, sobre el cruce de la Gran Vía y Alcalá, frente al edificio Metrópolis y la terraza de un hotel donde hacían fiestas y fotos a modelos. Las vistas eran el regalo a quien nos visitaba para pensar en compañía, ocupando crujientes sillas con fantásticas vistas.
La radio del Círculo de Bellas Artes fue una elección. Es una institución cultural grande, mastodóntica y no sólo por su arquitectura. De hecho éramos algo pequeño recorriendo pasillos, subiendo y bajando en el ascensor hasta la 5ª planta. Nunca hemos sabido quién escucha Radio Círculo y esto ha supuesto un desafío; intentar no dar las cosas por sabidas, obligarnos a situar los espacios cotidianos, explicar desde dónde hablábamos, quizá no siempre lo hayamos logrado.
A mediados de septiembre, en medio de reuniones para preparar la nueva temporada nos llegó un mail con novedades de Radio Círculo. Los recortes provocan la desaparición de los técnicos de sonido. Los colaboradores deben aprender a hacerlo por sí mismos o buscar voluntarios que se lo hagan, aunque los horarios en los que se emite en directo disminuyen y las posibilidades de acceder al estudio para las grabaciones son escasas, al menos para jugar con nuestros horarios y encontrarnos en el estudio.
Nos hemos situado en distintos escenarios: limitarnos al blog, buscar radios amigas, acercarnos a lugares donde pasen cosas e instalarnos para hacer radio y mezclarnos con lo que allí pase… Allá por octubre apostamos por la artesanía, una pequeña mesa con la que ya habíamos hecho algunos programas, grabar en una casa y colgar los programas en el blog. Mantuvimos el martes, por costumbre, por apego y pretendíamos subir el podcast al blog a lo largo de la semana. Eso sería como siempre.
Sin embargo resultó un desastre. El proceso de montar y desmontar la mesa era largo y complicado, nuestro manejo de la técnica y de las nuevas condiciones no demasiado exquisito y la persona que manejaba los controles no podía participar en el programa que estábamos haciendo.
Mientras, seguíamos pensando qué supone una radio, las posibilidades de la vecindad o del aislamiento, las de tejer en espacios ya habitados y las de zafarse de lo establecido para habitar la ambigüedad. Y en medio del proceso decidimos buscar espacios que nos adoptasen, estábamos abiertas a todas las posibilidades, en tu casa, en tu negocio, en tu centro social, en tu oficina, en el cole de tus hijas.
Y pensando dónde y cómo hacerlo apareció El Estado Mental_Radio, una acción artística colectiva en formato de revista sonora online a la que se accede por suscripción. Decidimos participar y los responsables nos acogieron muy bien. Tenemos acceso a un fantástico estudio a donde vamos los viernes a grabar los programas y muchas dudas porque el modelo de negocio del proyecto no nos convence. Más que cuestionar el coste, 12€ al trimestre, nos preguntamos sobre las razones que llevan a limitar el disfrute de unos de esos bienes infinitos o «no antagonistas» (es decir, que puede ser a a la vez tuyo y mío). Más que a favor de la cultura gratis estamos a favor de la cultura libre, que no siempre coinciden. Trataremos de abrir esta discusión.
En realidad deseamos mezclarnos, contaminarnos, pensarnos junto a otras, renovar nuestros lenguajes y a la vez profundizar, seguir dando vueltas a los temas ya tratados, continuar buscando los tonos, formatos y referencias adecuadas. Y al igual que no ofrecemos respuestas terminadas no las tenemos. Seguimos pensando en cómo y dónde hacerlo.
Entonces, estamos grabando en los estudios del Estado Mental y emitiendo en esta radio y en Radio Círculo. Los post los seguimos colgando en nuestra web y esperamos en este final de otoño haber alcanzado una cierta regularidad. Y sí, si se te ocurre un espacio, tema o posibilidad que te apetezca pensar con nosotras, escríbenos y hablamos.
Imagen de Mauro Fuentes, álbum 34 Madrid. Azotea del círculo de bellas artes
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